Caen las horas de las sombras
sobre las luces del alma…
Y allí tu cuerpo desnudo
que me llama.
Saltan los gritos, al viento,
de tu mirada silenciosa
verde, de mil reflejos,
que me llama.
Y corro para tocarte,
para explorarte entre blondas,
para sentir tus latidos
que me llaman.
Y cuando las luces nazcan,
con timidez sobre el alba,
sobre tu cuerpo, tus sueños
que me abrazan.
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