Mar que duerme plácidamente
sus sueños de sal y luna.
Hay rosas sobre la arena
y allí esa mirada tuya…
Sangre que vuela agitada
cabalgando por mis venas,
sangre roja de tus labios
que me besa y que me quema.
Noche de duende y misterio
con esas palabras muertas
y los gritos de los dedos
buscando el amor tan cerca…
Que aunque mueran los violines
y enmudezcan las trompetas
quedará siempre la música
de las olas y la arena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario