Estoy sentado a tu puerta,
morena de ojos castaños,
llevo aquí más de diez años
para ver si la hallo abierta.
Siempre la encuentro cerrada
igual que tu corazón
que nunca me dio razón
de su dueña enamorada.
Sigo sentado a tu puerta
aferrado a mi esperanza
por ver si la suerte alcanza
a hallarla algún día abierta.
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