Espera en la calle triste
(las ventanas apagadas),
con un sudario de sombras
y el silencio de mortaja.
Espera a un amor incierto.
No viene (la calle calla)
y brillan los adoquines
con las horas que resbalan.
La noche cierra los ojos
se duerme la calle en calma
y allí un corazón partido
yace muerto con dos lágrimas.
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