Por las horas del silencio
bajan los besos despacio
cuando mis ojos se duermen
sobre ese vestido blanco.
Por las horas del silencio
bajan tus pechos callados
buscando mis dedos trémulos,
mis dedos que están temblando.
Y juntos haremos cielos
con rosas, calas y nardos,
y haremos con nuestros labios
un mar de silencios blancos.
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