Aquí, clavado en mi pecho,
llevo un amor clavado
con un clavel de tu pelo,
con un clavel encarnado.
Siento tu voz a lo lejos,
siento que está llamando
y que pronuncia mi nombre
con cierto sabor amargo
Quiero correr a tu lado
pero no me quedan pasos
porque el día paso andando,
porque lo ando paso a paso.
Y algún día, tal vez pronto,
se perderá mi cansancio
y las dudas que me lastran
serán angelitos blancos.
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