He venido de nuevo a tu vera
a libar la humedad de tus dedos,
he venido a sentir tu silencio,
he venido a lavarme en tu arena.
He venido dejando mis dudas
a tenderte esta mano que tiembla,
que te siente lejano y tan cerca,
esta mano que es mía y que es tuya.
He venido paseando mis canas
y arrastrando mis pies ya cansados,
con el alma perdida entre antaños,
con el alma en olvidos preñada.
He venido de nuevo a tu vera
y a tu vera quisiera morirme
y sentirte y de nuevo sentirme
como el agua indecisa que llevas.
Si me muero que sea en tu orilla,
no hacen falta ni flores ni cruces
ni epitafios ni ritos ni apuntes
que a la postre recuerden mi vida.
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1 comentario:
Es la mejor de las muertes, nada de piedras, nada de flores, que te reciba el mar y nada más.
Alicia
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