El sol se muere de envidia
cuando ilumina tus ojos
porque él no tiene ese verde
que a mi me lleva tan loco.
El sol se muere de envidia
porque él no tiene ese rojo
que luces, niña, en tus labios
que a mi me tienen tan loco.
El sol se muere de envidia
y yo me muero de antojos
por ese cuerpo, mi niña,
que a mi me vuelve tan loco.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario