Allí, donde el agua termina,
donde copulan los cielos y el mar,
allí donde se difumina el horizonte,
donde la tierra emerge de nuevo,
allí, con tus silencios,
allí, allí estás tú.
Y aquí...
Aquí yo
y esta sed que me quema,
estos labios secos de tus besos,
este anhelo que me oprime,
este ser enamorado,
estas manos que son vacías
estas manos que te acarician en el viento,
que recorren tus rincones en la noche,
que te esperan en un abrazo fértil.
Y allí...
Allí tu,
con tu sonrisa, para mi perdida,
con tus miradas y mis sueños,
con tu perfume que no alcanzo,
en tu cárcel de pasiones,
deslizándote en mis venas,
afincándote en mi mente.
Y aquí...
Aquí yo con tu ternura,
en la soledad de mis noches,
con tu imagen en mis sombras,
con tu corazón entre mis manos,
abrazándote en mi almohada.
Y allá...
Allá junto a las estrellas,
allá los dos en una cópula celeste,
en una sola carne,
en un ser enardecido,
entre un susurro de temores,
en un mundo de fantástica esperanza,
allá,
allá viviremos nuestra gloria.
Mira pues a nuestra estrella,
que allá estaré yo,
que allá estarás tú,
que allá se cruzará nuestra mirada...
... y allá seremos uno solo
con nuestro amor en la distancia.
1 comentario:
Por un instante abrí mi ventana y ví el fulgor hecho poesía en este, estar, en esta estancia de tu poesía...
Abrazos,
Anna
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