Me llamó, al pasar, la herrumbre,
de la puerta, entre cipreses…
¡Cuánto abandono en la vida!
¡Cuánto abandono en la muerte!
Lápidas de silencio gritan,
ancladas en musgo verde…
¡Cuánto abandono en la vida!
¡Cuánto abandono en la muerte!
Sobre las tumbas del suelo
las hierbas nacen y crecen…
¡Cuánto abandono en la vida!
¡Cuánto abandono en la muerte!
Y el día en que yo me muera,
me moriré de no verte,
abandonando mi vida,
y abandonado en mi muerte.
1 comentario:
Leerte es sentir lo que habita en lo profundo de un ser humano y respirar sus aires...
Abrazotes admirados,
Anna Francisca
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