Muertas ya las luces,
engullidas por tempranas impotencias,
aparecen los noctámbulos presagios
por la noche sin estrellas.
Y un aullido doloroso
va rasgando las penumbras,
es quejido, es vida o muerte,
tal vez grito del silencio,
tal vez grito de los miedos.
Luna llena…
De atractivo argénteo florecido
entre sombras de jazmines,
cabalgando en el misterio,
entre nubes de azucenas
y de pétalos de rosa.
Mar de sangre que tu buscas,
en que bañar tus horas muertas,
mar de sangre que tu encuentras
donde solo hay manos mustias.
Luna llena…
Luna llena de hombres lobo
Luna llena…
Sangre y lodo.
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