martes, 18 de septiembre de 2007
DEL OTOÑO AL INVIERNO
Los árboles, ya desnudos,
se asoman por el lindero,
van tiritando de frío
bajo las garras del viento.
Pierden, a un sol mortecino,
las hojas por el sendero,
que hacen alfombra, en otoño,
como preludio de invierno.
Y aquellos tapices verdes
que recubrían los suelos,
lucen los lomos de gualda
que se han pintado a lo lejos.
Ya llega el frío, compadre,
tan frío que ya lo siento,
cada día y cada noche,
como se clava en mis huesos.
Ya llega el frío, compadre,
ya viene por el sendero,
arrastra sus pies descalzos
como se arrastra el silencio.
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