Los robles mudos
por el sendero
pintaban sombras
de amor y sueños
y tres violetas
y un rododendro
daban colores
sobre los suelos.
Sentí tu brisa,
sobre mi cuerpo,
sentí en el alma
todos tus besos
y aquel mensaje
de tantos dedos
me hablaba a gritos
con su silencio.
Y vi violetas
de amor y sueño
sobre la magia
de un rododendro.
Sentí en las venas
aquel veneno
sentí la llama
de aquel tu fuego
que me quemaba
y tan adentro,
que me quemaba
y tan adentro…
Las mariposas
de aquel encuentro
batieron alas
y al mar le hicieron
bellas coronas
de amor y sueños
con tres violetas
y un rododendro.
Perdí la mente
entre tus senos
y naufragando
sobre tu cuerpo
hallé en tu vientre
la puerta al cielo
con tres violetas
y un rododendro,
con tres violetas
de amor y sueños.
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2 comentarios:
Que hermoso poema. Perder la mente asi, creo es maravilloso. Bello amigo, bello poema. Besos, cuidate.
Aplausos, aplausos, aplausos, aplausos... Bellisismo!!!!!!!
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