El mar, teorema inverso de turquesas,
arrastra el alma cada día,
por cada minúscula arena
de esa playa compartida
en tu universo de besos.
Me siento y lo escucho
amparado en el silencio.
Cada ola que va y viene
entrega un nuevo mensaje de esperanza.
Y aunque tú no estés,
sé que sigues observando
las rojas rosas
y las espinas,
inmersa en el ópalo aquiescente
de mi corazón abierto.
Sé que seguirás volando
en mi entorno
como un ángel de papel
nacido de la papiroflexia del alma.
Sé que seguirás soñando
con los ríos de aguas turbulentas
que recorren nuestras venas
en las noches de lujuria.
Esos ríos de aguas tercas
que amamantan nuestros sexos.
Sé que seguirás
siendo la hiedra
que enraíza en mis recuerdos.
Sé que seguirás siendo
siempre amor y fuego.
1 comentario:
El mar, con sus vaivenes,
siempre acerca y arrastra
todo aquello que navega
en nuestro interior...
y lo lleva mar adentro.
Un placer pasar por tu espacio
y dejar mi huella escrita.
Un abrazo y felicitaciones, poeta.
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