He perdido la virtud de ser yo mismo
y yazco hundido en esos lodos ideológicos
para ser el fantasma de quien fui.
Mis pasos perdieron huella
cuando deambulaban oscilantes
entre luz y sombra,
por la margen indecisa,
en un vano intento de cultivar verdades.
Pero, ay…
…Nadie me dijo nunca
que la verdad no se cultiva,
que la verdad nace libre
y que nunca a nadie pertenece.
Y ahora, lanzo gritos al silencio
intentando derribar el muro del fracaso,
para recuperar la virtud de ser yo mismo
y aunque la verdad no se cultive
intentaré robarla para que esos lodos mueran secos.
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