Cerré la ventana al día
y abrí la puerta a las sombras
de la temida noche.
Sentí el aroma del café
entre tus labios,
el latido galopando
sobre tu pecho ardiente,
provocadora fruta,
y la miel de tus ojos dulces
vistiendo de miradas
mi desnudo cuerpo.
Sentí tus dedos
caminando
mis recónditos deseos,
explorando sueños imposibles
y escribiendo aquel poema
que encendió mi piel.
Sentí tus labios,
odalisca de opulento ensueño,
posarse sobre el poro abierto
de mi amor cautivo.
Sentí perderme
en ti,
en tus senderos imposibles,
en la cegadora luz
que de ti manaba.
Sentí pegarte a mi
como segunda piel,
erizando mi pasión oculta
y enlazando mi timidez yacente
con un manto de oro y fuego.
Sentí como al final te fuiste
entre las sombras
de la temida noche
dejándome el sabor de tu recuerdo
vertido entre el aroma de un café.
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7 comentarios:
POETA y para rato...asomarme a tu ventana siempre será sinónimo de hallar la excelencia grabada a fuego en cada una de tus entregas...
Te abrazo fuerte mi querido Carlos,
Anna Francisca
Pues nada Carlos a seguir leyendonos... por cierto vivo en un pueblo cercano al tuyo fisicamente y a la playa voy a tu pueblo... Por cierto tu poema de lo mejoor de la red... te desnudas el alma en el. Felicitote de mi parte. Saludos.
Que bello, pasion de recuerdos. Letras bellas para que afloren los recuerdos, los mios. Besos, cuidate amigo.
Me quedé mirando una taza por esos recuerdos… y el café se consumía solo.
El mejor de mis abrazos para ti, mi buen amigo.
Bello, bellísimo poema. Gracias por compartirlo.
Un abrazo.
Gracias Carlos por la visita a mi casa y el enlace.
Precioso poeta...
Recuerdos de una pasión, vestida de aroma de café.
Me he encantado!!!!
Un beso y lindo domingo
Gizz
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