Ni siquiera te conozco aunque sepa que existes,
nunca te he visto ni probablemente te vea
mas si este es el destino de mi vida, que sea
aunque tenga que morirme en estas horas tristes.
Que eres, amor, como el fruto del árbol bravío
que nace solitario en la lejana colina
y espera, como el novio abandonado en su esquina
viendo pasar ausente de lejos el gentío.
Ni siquiera te conozco aunque sepa que existes
ni sé cuál es el árbol en que has de madurar,
no conozco la esquina donde te he de esperar
pero he de esperarte porque en mi mente me insistes.
Y así como el agua besa los pies de la arena
besaré yo los tuyos dormido en mi locura
y si no hay realidad para quien tu amor procura
le sirva tu ausencia como una dura condena.
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5 comentarios:
Bello poema, querido amigo.
Es sensible, sincero, corto y certero.
Un abrazo fuerte
Bello Carlos.
Siempre es una locura el amor.
Y los poetas que la escriben la resumen del alma de todos.
Bien bello!!!
Lindo fin de semana
Abrazos Gizz
Que belleza!!! Y te vuelvo a aplaudir.
Preciso,poeta lo bordaste
Amor fallido no conocido
Besos sin conocernos
Vos conocés de soledades y arraigos, lo dice este poema que reconoce de savias cuando se aprende a escribir con ella.
Fuerte mi abrazo a tus letras que, -reconozco- siempre.
Anna Francisca.
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