lunes, 23 de marzo de 2009
TU VOLCAN
Topé con tu volcán
y en la noche
tu lava ardiente
devoró tanto vacío
y tantas horas de obligados silencios…
Perdí la compostura y el sueño,
perdí el control de la llama ardiente
que aún me consume…
Perdí mi nombre y mi persona
al rendirme a tus encantos de odalisca,
al subyugarme ante el veneno de tus labios,
al caer a tus pies, envuelto en fantasías…
La alcoba calla
y el recuerdo grita…
Mi almohada me condena
y mis sábanas, verdugos impasibles,
me arrastran a tu imagen
cada minuto, cada segundo,
y sin piedad me traen
la fragancia de violetas
que dejaste en ellas olvidada…
Ahora espero otra erupción ardiente
o quizás solo una lluvia de cenizas…
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2 comentarios:
¡Hermoso Carlos!
Hermoso y de una intensidad sublime, y mira que a mi esa palabra no me gusta usarla.
Es tan intenso como ese volcán de tu poema.
Nunca será cenizas..
Un abrazo
Gizz
Eso, una lluvia de cenizas espero yo. Besos, cuidate.
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