Escondido en un saliente del abismo
esperé, tal vez confuso, tu llegada
y esperando a encontrarme en tu mirada
solo hallé un vulgar reflejo de mi mismo.
Así fueron tantas horas, sin sentido,
el suplicio, la condena de mis noches,
el verdugo de mi amor que, en un derroche,
fallecía de sus sueños abatido
Quise hablarte y mis palabras no salieron,
escribirte fue tarea irrealizable
por hallarte tan lejana e inalcanzable
que mis versos de camino se perdieron.
Ante un folio de amarillo envejecido
pinto líneas simulando mi camino.
Ni una sola lleva claro mi destino
y, ya viejo, voy a darme por vencido.
Aferrado a este saliente del abismo
muerdo el eco de mis gritos apagados,
muerdo el llanto y de mis labios apretados
nace absurda una amplia mueca de mi mismo.
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1 comentario:
Ojalá supiera escribir ciertas cosas, así, como lo haces tú.
JULIA
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